lunes, 23 de julio de 2012

Diario de viaje: Granada. La estación

La estación de tren. Es un sitio interesante y escalofriante a la vez. Miles de personas vienen y van de un lado para otro, de un lugar a otro. Nadie conoce a nadie y parece que nadie cuida de la estación. Los empleados que trabajan en ella tienen una vida fuera de ella y otra, más o menos diferente dentro.
Da miedo pensar que un lugar tan grande estuviera desierto, sin personas, sin nadie que pisara sus andenes, que se riera en sus bancos, que se reencontrara con familiares y amigos, que discutiera o se enfadara, o que se besara en su entrada principal. Ninguna de estas personas recordará la estación pero en el fondo siempre estará en sus recuerdos, y ella nunca olvida a nadie. Siempre recuerda a las personas que le dan vida.
Dentro de poco parto hacia Granada, y es por eso que ahora empiezo este diario de viaje, en el que relataré mis experiencias en la antigua ciudad árabe.
El viaje está a punto de empezar.

sábado, 21 de julio de 2012

Mi Blog huele a...


Ironías de la vida... ¿Cómo es posible que en casi 2 meses no haya escrito una mierda y, de repente, en menos de 12 horas escriba dos entradas? En fin, está claro que no soy una persona coherente y no obedezco a mi cabeza.
No obstante, hay algo que nunca cambia, y es lo que me incita a escribir. Hasta ahora han habido dos "estímulos" que me han hecho escribir parrafadas de mierda negra que muchas veces no han sido más que eso: mierda sin sentido. El origen de la entrada anterior se debe a que le enseñé mi Blog a un amigo y éste me incitó a escribir, y esta entrada se debe a que me releído todas mis entradas, es decir todo mi Blog, y me veo obligado a decir que pienso ahora sobre muchas de esas entradas.
Para empezar, por comenzar por lo más lógico, voy a hablar de dos entradas dedicadas a mis últimas "ex's". En fin, no sé si pegarme un tiro o insultarme a mí mismo, de todas formas cuando aparezca alguien importante en mi vida volveré a escribir chorradas de ese tipo, porque, pese a que en ese momento era lo que "sentía", nunca han sido nada más que mierda disfrazada de rosa.
La entrada que más me ha impactado es una en la que digo que la vida no es un lugar feliz y que prefiero evadirme a mi propio mundo para poder ser feliz. Bueno... esto sí que es una gran mierda negra. No sé si es que me ponían drogas en la comida o si tenía un mosquito en la cabeza que no paraba de repetirme gilipolleces. Lo que intento decir es que mi forma de pensar ha cambiado radicalmente, sobretodo porque, aunque sigo pensando que "la vida" no es "feliz", ahora busco la felicidad en amigos, familiares, en mi piano... En todo lo que me llena y me hace sentir bien. Supongo que antes era una persona cerrada, y aún sigo siéndolo pese a que lo odio, debido a que esa era mi filosofía vital: alejarme de todo.
Bueno, creo que va a ser mejor volver al principio de la entrada y dejar mi vena filósofica para otro rato. Hoy por hoy, no hago otra cosa que toparme con una ironía que va creciendo día a día. Y se debe a que en a penas unos meses (aunque en realidad apenas hace más de dos semanas) una persona a la que no conocía se ha hecho más cercana que otras que eran "de toda la vida", y con las que he acabo sin hablar porque pienso que no son más que un montón de... ¿Mierda...? No, demasiado poco...
Es irónico que en un día le hayas contado a alguien más cosas sobre tu vida que todo lo que le has ido revelando a otros durante más de diecisiete años. Y eso no es una mierda... ¡Ni mucho menos!

viernes, 20 de julio de 2012

Ya no puedo más!

¡Deja ya de odiarte a tí mismo, de mirarte al espejo y no ver más que a ese gilipollas que sonríe, creyendo que esa es la solución a todos sus problemas! Mírale fijamente y dile que abra los ojos y mire lo que hay a su alrededor, que valore su situación y actúe en consecuencia, olvidando esa puta sonrisa y sacando toda la rabia que esconde. Y después dile que desaparezca, que no quieres volver a verlo en la vida, que ya no lo aguantas...
Que no aguantas vivir en el pasado sin poder afrontarlo y odias ser esa persona tan cerrada y sola...
Que detestas cuando su sonrisa aparece en tu rostro, cuando te aislas de todo y de todos, cuando mientes por miedo a que no te acepten y los alejas a todos de tí... Que te aterra la visita de tu espectro del pasado, el cual te tortura hasta la saciedad reviviendo aquellos días.
Ya no puedo más...
No puedo alejar de mí a más gente, no puedo mentir más...
¡No puedo aguantarlo!
Son demasiadas las lágrimas que bañan mi rostro, y demasiado pocas las que realmente tendrían que asolarme...
Me espera otra noche de recuerdos, remordimientos y lágrimas... y no sé si podré sopotarlo.