domingo, 30 de noviembre de 2014

Todo comienza en la boca del estómago, sientes que cómo lentamente empieza a vibrar y se va endureciendo. Enseguida empiezan los calambres, pequeños estímulos que ascienden como culebras y recorren tu estómago, deteniéndose brevemente en tu corazón y culminando en tus hombros. Notas cómo la clavícula se estremece y desaparecen todas las contracturas, cómo se te entumecen los hombros, los brazos y el cuello, y después sientes un pequeño cosquilleo que se extiende hasta tus pies. Cuando despiertas de ese pequeño "shock" te das cuenta de que estás sonriendo y sientes otro cosquilleo en las fosas nasales. Por un momento, tu sentido del olfato se incrementa y puedes sentir toda una gama interminable de fragancias que te renuevan por dentro. Y antes de que te des cuenta ya tienes los ojos borrosos. Inspiras profundamente y, contradictoriamente, lloras aún más. Percibes cómo las lágrimas van cayendo por tu cara y llegan a tu sonrisa, que se agranda, y lloras aún más, mientras que, por alguna razón incomprensible, empiezas a reírte.
Y así te quedas, riendo y llorando, si te preguntan por qué ríes lloras más, y si te preguntan por qué lloras ríes más, hasta que ya no puedes llorar y reír más. Entonces te limpias las lágrimas y empiezas a temblar, pero sigues sonriendo. Y al final ya sólo notas que estás muy cansado y te desplomas en la cama, mientras alguien te abraza y empiezas a sentir mucho sueño...

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Y pensar que hace ya casi cinco años que empezó esta locura...

Sí, hace ya casi cinco años que creé este Blog. Mi objetivo principal cuando lo creé era tener un lugar donde escribir y que determinadas personas leyeran lo que escribía. En fin, así fue durante un año prácticamente, me enganché a escribir y escribir y no podía parar. Pero empecé Derecho y todo se fue a la mierda.
No hablo de mi vida, yo estoy bien, mejor que nunca de hecho (seguro que eso ya lo he dicho antes, y es lo típico que se dice cuando no sabes que decir, lo admito). Me refiero a que hay una parte de mí que he reprimido y no la he sacado del todo a la luz: mi parte creativa. Ya no leo cómo antes, ya no escribo cómo antes, ni siento las cosas cómo solía hacerlo; y no es solo por falta de tiempo. Tampoco se debe a que sea más mayor (ahora tengo veintiuno y empecé esto con apenas diecisiete, creo), han pasado bastantes cosas en mi vida y, en fin, he ido "creciendo"... y todo ese rollo del que no quier hablar.
En parte se debe a la carrera, es decir, cómo voy a dejarme llevar si estoy estudiando una carrera que consiste en marcar límites?, cómo puedo dar rienda suelta a mi imaginación si estoy estudiando algo tan práctico cómo la vida misma? En fin, creo que ha quedado claro. Lo que más rabia me da es que he perdido mi "forma de escribir", eso se debe fundamentalmente a que mi vocabulario "literario" se ha reducido a la par que se incrementaba mi vocabulario "técnico" o "jurídico". Debido a esto no puedo expresarme cómo lo hacía antes, no me salen las palabras, y eso jode, de verdad que jode.
En fin (sí hay más expresiones que puedo utilizar pero sólo me sale esta), ahora mismo solo sigo un impulso, de repente me he acordado del Blog, he visto el fondo del bosque y me ha entrado una nostalgia increíble y, curiosamente, ahora que estoy casi acabando Derecho tengo ganas de volver a escribir. ¿Sobre qué? Ni idea. Pero necesito volver a dejarme llevar, me he dado cuenta también de que estoy acostumbrado a escribir rapidísimo, con prisas, y incluso me agobio a veces de lo rápido que "tengo que" ir. Así que voy a intentar tomarme esto con calma y escribir, sobre lo que sea y cuando sea. Pero tengo que hacerlo, porque me hace falta.

miércoles, 30 de enero de 2013

Cuando menos te lo esperas aparecen esas ganas irresistibles de escribir cualquier tonteria. No es la inspiración lo que me mueve a escribir esta entrada en este Blog, sino más bien es la nostalgia. Añoro ese tiempo en que tenía siempre  en mente una entrada para escribir, en que no pasaba más de un mes sin escribir algo en este viejo Blog. Pero ese tiempo ya ha pasado, no se puede recuperar, igual que no tiene sentido añorarlo así porque sí. Hecho de menos el pasado porque es eso: pasado. Porque sé que no va a volver y puedo permitirme el lujo de pensar en él de vez en cuando, dejando que una ligera sonrisa torcida enmarque mi rostro, pero ya está. No hay más, no quiero volver a vivirlo, sólo quiero recordarlo como algo pasado que me hizo feliz, o triste, o inseguro... Quiero verlo como una etapa de mi vida que ha acabado y da lugar a la nueva etapa que estoy viviendo a diario.
No sé cuál es el futuro de este Blog, pero no tengo la intención de eliminarlo cómo ya intenté hacer en su momento, si entonces no pude hacerlo ahora menos. Aquí se encuentran prácticamente dos, o incluso tres, años de mi vida que me ayudaron a crecer como persona y que me encanta recordar y releer una y otra vez.
El futuro... No creo que pueda decidir ahora mismo qué voy a hacer, pero tengo la intención de hacer algo: escribir historias cortas, una historia larga, no sé... Pero siento que quiero volver a utilizar este Blog, no guardarlo como un tesoro del pasado, sino renovarlo y convertirlo en mi presente, pasado y futuro.
En fin... Voy a buscar ideas.

lunes, 29 de octubre de 2012

Diferente

Hace más de cuatro meses que no piso mi Blog. Esto no se debe a que no tenga ganas de escribir o a que no tenga nada que me preocupe y necesite escribirlo. Simplemente ya no tengo la necesidad de escribir todo lo que me viene a la cabeza, porque ahora tengo a una persona que me escucha y me ayuda, así que no necesito escribir mis penas en un Blog solitario.
En apenas unos meses he sufrido y avanzado más que en cuatro, cinco e incluso seis años de mi vida. He sido capaz de aceptarme tal y como soy, no totalmente, pero si en gran parte. Me deshecho de muchas de las cargas que siempre he sostenido a mi espalda y que más de una vez me han ahogado en la miseria y me han frustrado haciéndome creer que no valía nada, que mi vida era una mierda y que mi existencia colgaba de un hilo que cada vez se hacía más fino. Ahora ya soy capaz de valorarme y tengo la suficiente autoestima para aceptar mis errores y mis fallos.

sábado, 4 de agosto de 2012

I need you


Llegar a casa y recibir un mensaje suyo: <<Noche perfecta. Gracias>> y sentir que te hundes en unas arenas movedizas hechas de gelatina tan dulce y tan irresistible que con sólo olerla tu corazón da un vuelco y sientes que te derrites de arriba abajo.
Soy feliz. Ahora sí que lo digo, lo afirmo, lo redigo y lo reafirmo, y si fuera necesario lo chillaría a los cuatro vientos para que todo el mundo lo supiera, aunque chillaría más alto si fuera innecesario y lo dijera por el simple hecho de liberarme y dejar salir afuera todas esas sensaciones tan cálidas y tan frescas que me inundan.
No es la primera vez que me siento así, feliz; aunque creo que antes no lo era, o al menos no tanto como ahora, y puede que aún no sea del todo feliz. No obstante hay algo nuevo, algo que antes no estaba, no existía: me siento lleno. Me siento completo por primera vez en mi vida, no más engaños para ocultar mis sentimientos, ya no son necesarios. Ni engaños, ni mentiras, ni frialdad, ni impotencia, ni dolor, sufrimiento y odio… No. Todo eso ya no está, se ha ido. Y ahora la gran pregunta: ¿Qué es lo que ha quedado?
Es obvio.
Yo mismo.
Mi “Yo” en su pura esencia, sin nada que lo retenga, sin ningún obstáculo para desarrollar mi personalidad. Sólo quedo yo, estoy solo aquí dentro, y nunca me he sentido tan a gusto conmigo mismo.
Y pensar que esto lo ha conseguido una sola persona... Soy yo quién tiene que darte las gracias, porque tú eres la razón de mi liberación y nunca lo habría conseguido de no ser por ti.
Te necesito a mí lado. Eres la razón de mi felicidad… ¡Y me encanta!

lunes, 23 de julio de 2012

Diario de viaje: Granada. La estación

La estación de tren. Es un sitio interesante y escalofriante a la vez. Miles de personas vienen y van de un lado para otro, de un lugar a otro. Nadie conoce a nadie y parece que nadie cuida de la estación. Los empleados que trabajan en ella tienen una vida fuera de ella y otra, más o menos diferente dentro.
Da miedo pensar que un lugar tan grande estuviera desierto, sin personas, sin nadie que pisara sus andenes, que se riera en sus bancos, que se reencontrara con familiares y amigos, que discutiera o se enfadara, o que se besara en su entrada principal. Ninguna de estas personas recordará la estación pero en el fondo siempre estará en sus recuerdos, y ella nunca olvida a nadie. Siempre recuerda a las personas que le dan vida.
Dentro de poco parto hacia Granada, y es por eso que ahora empiezo este diario de viaje, en el que relataré mis experiencias en la antigua ciudad árabe.
El viaje está a punto de empezar.

sábado, 21 de julio de 2012

Mi Blog huele a...


Ironías de la vida... ¿Cómo es posible que en casi 2 meses no haya escrito una mierda y, de repente, en menos de 12 horas escriba dos entradas? En fin, está claro que no soy una persona coherente y no obedezco a mi cabeza.
No obstante, hay algo que nunca cambia, y es lo que me incita a escribir. Hasta ahora han habido dos "estímulos" que me han hecho escribir parrafadas de mierda negra que muchas veces no han sido más que eso: mierda sin sentido. El origen de la entrada anterior se debe a que le enseñé mi Blog a un amigo y éste me incitó a escribir, y esta entrada se debe a que me releído todas mis entradas, es decir todo mi Blog, y me veo obligado a decir que pienso ahora sobre muchas de esas entradas.
Para empezar, por comenzar por lo más lógico, voy a hablar de dos entradas dedicadas a mis últimas "ex's". En fin, no sé si pegarme un tiro o insultarme a mí mismo, de todas formas cuando aparezca alguien importante en mi vida volveré a escribir chorradas de ese tipo, porque, pese a que en ese momento era lo que "sentía", nunca han sido nada más que mierda disfrazada de rosa.
La entrada que más me ha impactado es una en la que digo que la vida no es un lugar feliz y que prefiero evadirme a mi propio mundo para poder ser feliz. Bueno... esto sí que es una gran mierda negra. No sé si es que me ponían drogas en la comida o si tenía un mosquito en la cabeza que no paraba de repetirme gilipolleces. Lo que intento decir es que mi forma de pensar ha cambiado radicalmente, sobretodo porque, aunque sigo pensando que "la vida" no es "feliz", ahora busco la felicidad en amigos, familiares, en mi piano... En todo lo que me llena y me hace sentir bien. Supongo que antes era una persona cerrada, y aún sigo siéndolo pese a que lo odio, debido a que esa era mi filosofía vital: alejarme de todo.
Bueno, creo que va a ser mejor volver al principio de la entrada y dejar mi vena filósofica para otro rato. Hoy por hoy, no hago otra cosa que toparme con una ironía que va creciendo día a día. Y se debe a que en a penas unos meses (aunque en realidad apenas hace más de dos semanas) una persona a la que no conocía se ha hecho más cercana que otras que eran "de toda la vida", y con las que he acabo sin hablar porque pienso que no son más que un montón de... ¿Mierda...? No, demasiado poco...
Es irónico que en un día le hayas contado a alguien más cosas sobre tu vida que todo lo que le has ido revelando a otros durante más de diecisiete años. Y eso no es una mierda... ¡Ni mucho menos!