viernes, 17 de diciembre de 2010

Desvarios

Esta tarde me encontraba extraviado en un mundo de fantasía, idílico y maravilloso, cuando repentinamente he iniciado una conversación conmigo mismo dándome cuenta de que el móvil de la vida es el amor. Y es que esto es realmente lo que hace que hagamos las locuras que nos proporcionan esos escasos minutos de felicidad que son el eje central de nuestra existencia. Miramos, oímos, tocamos y morimos por amor, ese sentimiento incomprensible que es capaz de mover montañas y cambiarte la vida. No hablo del amor de los jóvenes que es efímero en su mayoría, sino de ese sentimiento que es capaz de unir a dos personas para toda la vida, de ese que se manifiesta en las relaciones familiares. Y es que el ser humano no puede vivir sin querer a alguien, incluso el asesino más sangriento ama a alguien. Una vida sin sentimientos sería como un día sin Sol, puede ser muy grande pero nunca será increíble, y no tendría sentido. ¿Qué sentido tiene morir por nada, solo por... honor? Más bien ambición, si no fuera por el amor el egoísmo nos dominaría y seríamos una masa egocéntrica en busca de ese genio amarillo llamado comúnmente felicidad. Pero morir por amor..., yo lo haría. Puede que aún no haya encontrado a la chica perfecta, o puede que sí, pero sé que sería capaz de morir por amor, incluso aunque solo fuera por amor a la vida.
Bonita ironía verdad.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Recuerdos

Garabatos en las mesas junto a frases sin sentido y normalmente absurdas pero con grandes connotaciones, dias de sol en el ágora y de invierno en el bar, novillos a última hora o a tercera, risas constantes, una semana de estrés y un trimestre de tranquilidad. Eso es primero de bachillerato.
Primer, t'enyore.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Reflexiones vitales

Hace unos días tuve que anunciar en casa que había cateado historia con un mísero tres y que no entendía cómo había pasado ya que historia se me da más o menos bien. La respuesta fue alentadora pero las conclusiones que se tomaron aquella tarde me han dado realmente mucho en qué pensar, ya que ahora mismo no sé como llevar mi vida adelante.
Antes de contar nada he de decir que mi aspiración en la vida, hasta ahora, es ser pianista, me da igual qué pero quiero dedicarme completamente al piano pero mis padres quieren que haga una carrera "por si de caso". Así que en mi momento de derrumbe total dije:-Es que yo no puedo con todo! Segundo de bachiller y el conservatorio es mucho estrés!- Y ahí todo se fue a la mierda ya que me propusieron dejarme el piano por un año. !Dejármelo! Es decir, en un año perderé mucho en práctica porque si me lo dejo no tocaré, pese a lo que piensen mis padres, porque no tendré tiempo de tocar entre tantos exámenes. Además me han dejado bien claro que tengo que acabar la universidad y que después ya haré piano. Está claro que no quiero seguir los pasos que mis padres me marcan, aunque sean los más seguros u mejores para mí, porque yo ya sé que es muy arriesgado lo que quiero hacer pero prefiero arriesgarme y ver como acaba todo que no abandonar y estar toda la vida preguntándome ¿Y qué habría pasado si...?
A pesar de todo, el sábado me despertaron a las diez y me dijeron: -Ahí está el piano, abierto, la calefacción enchufada y tus partituras sobre la mesa. Toca.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Al fin! Libre!

Hoy he sentido el salvaje instinto de correr en pos de lo desconocido con el viento y la naturaleza como únicos acompañantes, hoy he sentido la tentación de rendirme a la fantasía, con sus brillantes luces de colores y sus imágenes caleidoscópicas. Hoy,  he acabado los examenes globales. Acabo de llegar del conservatorio con el clarinete al hombro, la mochila del instituto a la espalda y una melodía de piano, que no me deja tranquilo nunca, en la cabeza. Mi primera reacción ha sido echarme en mi cama mullida y templada y ,de hecho, me ha sentado tan bien que mis "trastos de clase" casi me aplastan. Después de la obvia idea de echarme una siesta, cosa que haré aunque sea un poco tarde, he decidido escribir algo. Para... abrir el apetito.
En general, hoy ha sido un día tranquilito pese a todo ya que el estrés producido por el atasco mental de Valle-Inclán, Quim Monzó, el clasicismo romano y la jodida armonía (sin hablar de mi amigo inseparable, el comentario de texto) ha supuesto no entrar en contacto con algunas especies en via de extinción y con aspiraciones reproductivas altísimas que sueñan con ser graciosos y encajar en la compleja jerarquía social a la que tan penosamente intentan pertenecer. No creo que sea una prioridad en tu vida social estar siempre intentando estar en el podio, ya que yo prefiero estar con mis amigos de verdad, aquellos con los que realmente me lo paso en grande y que no me abandonarán por no estar en lo más alto, puesto que un día de mierda lo tiene cualquiera y no por eso debe sentirse humillado o ridiculizado. Todo esto me recuerda al empirismo político de los sofistas tan criticado por Platón, al que ya sufrí antes del puente, una teoría que defiende que lo mejor es lo que la mayoría considera mejor, mi madre seguro que me diría:-¿Si todos se tiran por un balcón tú también lo harías?-Es una frase que hemos oído mil veces pero no por eso deja de ser verdad, no podemos dejarnos llevar por la masa tenemos que ser diferentes, es decir, nosotros mismos; consiguiendo eso, está asegurada una buena situación social. En fin, me voy a cobrar un vale por una siesta , que realmente me lo merezco.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Adivina adivinanza...

¿Qué es aquello que ayuda a los pobres, les sobra a los ricos y no da la felicidad?
La respuesta parece obvia ¿No?
Esta es una adivinanza que me contó alguien una tarde y cuya respuesta me dejó sin palabras. El mundo, con su capitalismo creciente, nos obliga a creer que el dinero, ese ser abstracto que se oculta en monedas y billetes, es el centro de la vida. De hecho, yo no me imagino una vida sin dinero, no porque no la quiera sino porque no alcanzo a comprender como sería.
Ahora bien, no todos estamos corrompidos por él. He hecho esta adivinanza a personas de diferentes edades y, al igual que quién me lo contó, el resultado es siempre sorpredente. Al preguntar a niños de unos diez años, adolescentes y adultos el resultado es siempre el billetito verde. En cambio, al preguntarle a un niño de 6 a 8 años  la respuesta cambia:

-Nada!-

Cuando me revelaron el misterio me eché a reír automáticamente. No quiero plantear la pregunta -probablemente sin solución- de si el dinero realmente da la felicidad. Solo quiero decir que esta adivinanza, al igual que la vida, tiene diferentes conclusiones y que por ello no debe depender de nada simplemente de ti mismo. Eso si, no abandones a la gente pues es esta quien te advierte cuando tu egocentrismo sobrepasa el límite entre lo humano y lo esnob. !Simplemente busca el niño que llevas dentro, ese que vive afín a sí mismo y aislado de todos pero con su atención permanente!

Momentos de lucidez

La creación de este blog se debe más bien a que tengo ganas de escribir en algún sitio cosas sin ninguna relación entre ellas, es decir, cada día de un tema diferente o simplemente de cosas que me han pasado o que deseo. Creía que iba a ser un fracaso pero la verdad es que me gusta esto y finalmente acabaré enganchado a esto... bueno he aquí una de mis creaciones más preciadas, para que conozcais un poco como soy cuando la inspiración, esa vieja iconformista que se cuela en mi vida cuando menos lo espero, me llega y cual es el resultado. Es una descripción de un paisaje supongo que imaginado que aún así tiene elementos verosímiles y puede que a alguien le resulte familiar, sería una pasada conseguir una foto pero no encuentro ninguna de mi gusto.

La tarde del 25 de septiembre el bosque presentaba una de esas visiones que solo unos pocos pueden contemplar y que muchos otros admiran llegar a ver pero nunca lo consiguen. Las hojas caídas de forma aleatoria sobre el suelo, cubriéndolo totalmente como un manto protector, los árboles alzando sus ramas olvidadas de hojas a un cielo de explosiones escarlata sobre un fondo azul zafiro. Una imagen espectacular que produce el Sol en su trayectoria vital, despidiéndose de los hombres y recibiéndolos en el otro extremo del mundo. Relámpagos carmesí, dorado y púrpura tiñen las nubes durante un tiempo reflejándose en los ojos de los afortunados espectadores que disfrutan de un aroma embriagador al borde del frenesí formado por el perfume de animales, árboles, arbustos y plantas mezclado con el sabor del gélido viento otoñal y el roce de los últimos rayos del Sol; una fragancia capaz de revivir a muertos y vivos, creadora de sueños llenos de color y negras pesadillas agradables, la verdadera esencia de la vida.

Bienvenidos a mi blog! =D