jueves, 9 de febrero de 2012

Rallotes mentales

Lo que yo quiero...
Siempre me he dejado llevar por lo que pensaban los demás, sometiendo mi personalidad a cómo suponía que iban a reaccionar todos. Lo irónico es que siempre he dicho que no es bueno dejarse llevar por la masa. Me siento cómo ese padre que le dice a su hijo, con un cigarro en la boca: -Cómo te vuelva a ver fumar te doy un tortazo que te tumbo!
Por una vez quiero ser yo quién decida qué hacer, qué quiero hacer, pero no es facil saber qué es lo que quiero en esta situación...
Opiniones i consejos no me faltan...
Lo cierto es que, pese a lo dicho, lo que me decían los demás nunca me ha importado demasiado, no porque no me importara lo que pensaban, que me importaba demasiado, sino porque nunca me ha gustado dejarme influir por nadie. Suena incoherente, y lo es en parte. Podría decirse que de forma directa no dejaba que la opinión de otros me influyera, pero indirectamente siempre me ha importado.
Ahora ya no...
Demasiados problemas he tenido por su culpa... Y muy gordos...
Esta vez podría haber pasado como la otra vez, a hostias...
¿Qué quiero?
Ser feliz...
¿Ahora mismo soy feliz...?
No.
Parece fácil... pero no lo es.
Las consecuencias... no me importan.
¿Soy feliz?
Puede...
Acaso eso es un problema... no soy perfecto...
¿Soy feliz?
...
Me gustaría decir que sí...
Sería lo lógico, pero no me sale, no puedo decirlo, no puedo mentirme a mí mismo...
No...
En ese caso, que empiezen las hostias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario